miércoles, 2 de noviembre de 2016

Cuento (Orígenes, Clasificación, tipos de cuentos literarios)

Origenes 

Las primeras obras consideradas como cuentos, provienen de las civilizaciones de Oriente, y a pesar de que desde la Antigüedad existieron un sinfín de narraciones con características diversas que pudieran ser consideradas cuentos, el término cuento surgió en el siglo XIV.
Durante los siglos XV, XVI y XVII se dieron a conocer las obras de diferentes escritores, como Los cuentos de Canterbury, de Chaucer; Contes, de La Fontaine; Cuentos de mi madre la gansa, de Perrault, y Cándido, de Voltaire. A partir del siglo XVIII, el Romanticismo se inspiró en la creación del relato corto, y
escritores como Charles Nodier, en Francia; Hans Christian Andersen, en Dinamarca; Hoffmann, en Alemania, Edgar Allan Poe, en Estados Unidos y Gustavo Adolfo Bécquer, en España, todos ellos representativos de este periodo. En la primera mitad del siglo XIX, durante la época realista, el relato costumbrista de aldea y el relato de vida campesina adquirieron gran interés, siendo algunos de sus representantes Gottfried Séller, Gogol, Bjornson, entre otros. Para la segunda mitad de este siglo, el cuento se populariza, estando entre sus principales representantes Antón Chéjov, Gustavo Flaubert, Guy de Maupassant y Juan Valera.
El cuento moderno apareció a finales del siglo XIX, adquiriendo un auge sorprendente en Hispanoamérica con grandes representantes como son Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, entre otros.
Para el siglo XX, el cuento adquirió otra forma y contenido, considerando, entre otros aspectos, la diversidad de tendencias, la ruptura del hilo narrativo, la dislocación en los planos temporales, un personaje narrador (o narrador oculto y variable), la búsqueda de un nuevo significado del habla popular, casi siempre de valor impactante y utilizado como lenguaje del narrador o de los personajes.

Características del cuento

El cuento es un relato de ficción, escrito en prosa y de corta extensión, que presenta un argumento sencillo, por lo que los ambientes y los personajes son escasos y rara vez descritos. Se caracteriza por su intensidad y dinamismo, que permiten que, a pesar de ser un subgénero de breve narración, logre captar la atención del lector.

 Clasificación del cuento

Dentro de las múltiples clasificaciones que se han tratado de hacer, el cuento se puede dividir primeramente en: 
cuento popular o tradicional: difundido principalmente a través de la transmisión oral; basado en los mismos argumentos y tipos de personajes; y en el que predominan elementos fantásticos o maravillosos; y la intención moralizante.
cuento literario: basado en argumentos variados y, por lo tanto, más originales, con personajes individualizados y con distintas características, con la presencia de elementos fantásticos o maravillosos, pero con mayor presencia de lo real, y con una intención más recreativa y estética que moralizante.



Cuento literario

El cuento literario se encuentra fuertemente influido por las diferentes corrientes y movimientos literarios, por lo que en esta clasificación podemos encontrar diversos estilos artísticos y una gran variedad de temáticas. 

Durante el romanticismo, desarrollado a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, se dio origen a dos principales categorías de cuento: el infantil y el de suspenso.
El cuento infantil se caracteriza por estar enfocado en la revaloración de lo popular, por lo que recupera los elementos de los cuentos tradicionales, en los que se vuelve a retomar la intención moralizante y se refleja el antagonismo de los personajes, así como el triunfo del bien sobre el mal. La aparición de elementos maravillosos se manifiesta tanto en los personajes (brujas, duendes, gigantes, ogros, hadas) como en las situaciones rodeadas normalmente de magia y encantamiento. En esta categoría sobresalen autores como Hans Christian Andersen, con El patito feo, El soldadito de plomo, La sirenita; los hermanos Grimm, con Blancanieves, Caperucita Roja o El gato con botas, y posteriormente Oscar Wilde, con cuentos como El gigante egoísta o El príncipe feliz.
El cuento de suspenso se caracteriza por situar al lector en un estado de tensión, expectación o incertidumbre, resultado de la atmósfera de misterio, oscuridad y desconocimiento.
El cuento de suspenso, es considerado el antecedente de corrientes
popularizadas en el siglo XX, como son el cuento de terror y el detectivesco. El estadounidense Edgar Allan Poe, es reconocido como el padre del suspenso, cuya maestría en esta categoría se puede reflejar en obras como Los crímenes de la calle Morgue o El corazón delator.

A inicios del siglo XIX, en el que se desarrolló la corriente literaria del realismo, el cuento realista tuvo un gran auge. Se basa en la presentación de hechos reales o imitados de la realidad, con el fin de crear un efecto de verosimilitud. El cuento realista surge de la observación directa del entorno y de la vida en sus diversos aspectos: religioso, social, moral, histórico, etc., buscando reflejar de forma seria la realidad y brindar un testimonio de ésta, tal y como es. El estilo de esta categoría se puede observar en obras como El pabellón número seis o La dama del perrito, de Chéjov; Madame Bovary, de Flaubert; Bola de sebo o La casa Tellier, de
Guy de Maupassant.
Durante el siglo XX, en la época contemporánea, se desarrollaron diversas categorías, como son el relato indigenista, el relato urbano, la literatura fantástica y el realismo mágico –con un gran auge en Hispanoamérica–, y los cuentos de terror, detectivescos y de ciencia ficción.
El relato indigenista, tiene como propósito exhibir las formas de vida de los distintos grupos étnicos de América, reflejando sus problemáticas: marginación, abusos, entre otros.


Destacan autores como Rómulo Gallegos, Horacio Quiroga y Alejo Carpentier, así
como los mexicanos Juan Rulfo, Juan José Arreola, Rosario Castellanos y José
Revueltas.
A diferencia del relato indigenista, el relato urbano busca representar el estilo de vida de las ciudades y sus pobladores, lo que da pie a la generación de escenarios, temas y personajes. A inicios del siglo XX destacan autores como Franz Kafka, Herman Hesse, Ernest Hemingway, Scott Fitzgerald y William Faulkner; a mitad del
siglo, Truman Capote, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges; a finales del siglo XX y durante el siglo XXI, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Isabel Allende, Laura Esquivel, entre otros.
La literatura fantástica y el realismo mágico tratan de ubicar al lector en situaciones reales, desde el punto de vista geográfico, temporal y cultural, en los que suceden situaciones inexplicables que alteran la realidad. Estas dos corrientes se diferencian en que la literatura fantástica busca crear angustia en el lector ante la posibilidad de que lo que ocurre en la narración, pueda suceder en la vida real, lo que se observa claramente en los relatos de Jorge Luis Borges en su libro Ficciones; mientras que el realismo mágico busca mostrar lo extraño o inexplicable como algo cotidiano y común, lo cual se puede ver en relatos como La hojarasca o Los funerales de la Mamá Grande, del autor que mejor representa esta corriente: Gabriel García Márquez.
Los cuentos de terror, buscan producir el miedo psicológico, así como sus efectos físicos, a través del planteamiento de sus situaciones y personajes. Destacan representantes como H.P. Lovecraft, Bram Stoker y, más recientemente, Stephen King. Por su
parte, los cuentos detectivescos buscan crear intriga y misterio con base en hechos relacionados con crímenes o espionaje. como las historias de Sherlock Holmes.
Los cuentos o relatos de ciencia ficción, se caracterizan por utilizar elementos propios de la ciencia y la tecnología, y especular sobre las consecuencias que éstos pueden tener en el desarrollo futuro de la humanidad. Un aspecto interesante de esta corriente es que los autores, al tener un conocimiento sobre la ciencia, logran crear escenarios realmente creíbles y lógicos, por lo que, en muchos casos, han acertado en las suposiciones del futuro plasmadas en sus obras. Representantes destacados de la ciencia ficción son H. G. Wells, Arthur C. Clarke, Isaac Asimov y Ray Bradbury.


No hay comentarios:

Publicar un comentario